sábado, 27 de junio de 2009

Si puedes,ven

CASA DE AMERICA


Martes, 30 de junio de 2009
20:00 h. Entrada librePlaza de Cibeles, 2.
www.casamerica.es
Ç
Ciclo

La creación en el exilio@iberoamericanos.es

Mesa redonda - conversación

La España cultural en la que vivo


PARTICIPAN:

Vladimir Cruz, CINEASTA (CUBA),
Carlos Salem, ESCRITOR (ARGENTINA) y
Consuelo Triviño, ESCRITORA (COLOMBIA)



PRESENTA Y MODERA: Jorge Eduardo Benavides


CICLO: LA CREACIÓN EN EL EXILIO@IBEROAMERICANOS.ES
Tradicionalmente, España ha sido uno de los destinos
preferidos de artistas, escritores e intelectuales
hispanoamericanos. Se trate de un exilio o de una decisión
personal, esa mudanza ha cambiado al ritmo que cambia
el mundo, de manera que es lícito preguntarse hasta qué
punto los ordenadores, internet, el e mail y en general las
nuevas tecnologías han modificado nuestra perspectiva
del exilio en el ámbito de la creación artística. En el ciclo
«La creación en el exilio@iberoamericanos.es», los
creadores hispanoamericanos radicados en España nos
ofrecerán un balance de esa nueva situación que supone
vivir, crear y trabajar en otro país.

Jorge Eduardo Benavides
Coordinador

sábado, 20 de junio de 2009

"Pero sigo siendo el rey", en El Cultural de El Mundo



Pero sigo siendo el rey
Carlos Salem
Salto de Página. Madrid, 2009. 352 pp., 21,95e.


Dice no ser español ni argentino sino “argeñol”, hombre de ninguna parte y de todas a la vez. Dice haber nacido en la Semana Negra de Gijón, con Camino de ida, para más señas, y siguió esa dirección con el irreverente y tronchante lance de Matar y guardar la ropa, tras el que volcó su inclasificable ímpetu narrativo en relatos (Yo también puedo escribir una jodida historia de amor) que nada dicen de asuntos policiales pero se expresan con la misma distancia irónica frente a cualquier indicio de trascendencia.
¡Ah!, y para quienes tengan conocimiento de la materia tratada en cada historia dice también que en esta tercera novela se vio obligado a hacer retornar a algunos de sus personajes anteriores, el ex guerrillero Soldati, por ejemplo, o a Arregui, el detective “tristón” que surgió del mexicano Belascoarán, secundario en la anterior, donde destacó por una ejemplar misión: salvar la vida al rey. Esa acción marcó su vida de tal manera que reaparece en esta nueva ficción, cinco años después de aquello, con 44 años, retirado de la policía, siempre con el ánimo sobrecogido por la culpa frente a una relación que acabó de la peor manera, y perseguido por la leyenda de la “medalla” merecida en aquel acto heroico. De todo ello dejamos constancia, pero hay que añadir que este avasallador narrador, independiente, y nada convencional, imprevisible e imprescindible para quien guste de tramas inclasificables, y más para quien suele acudir al reclamo de la novela policíaca, se atreve con todo. El nuevo reto le lleva a servirse de la parodia como dispositivo que mueve la construcción, la intención y el sentido de la novela. Para ello hace regresar al ex policía Arregui y le encomienda una misión disparatada y absurda, términos que adjetivan y sustantivan un estilo merecedor de toda clase de confianza, pues si el exceso es la única relativa objeción de la que puede ser objeto, el humor, procaz y tierno, protege y vertebra una composición argumental tejida con un arriesgado cruce de perspectivas, entre vaivenes temporales que trenza pasado y presente de la vida de los personajes y de la cada vez menos reciente historia de España. Un estilo, en fin, que logra sazonar con sorna y respeto a raudales el peso de males mayores: las culpas que nos persiguen y nos “frenan”, la memoria que no nos deja vivir, o la ausencia de recuerdos que habrían hecho de nuestra vida otro discurso… La trama que ilustra todo esto suma al protagonismo de “Arregui” el del rey “Juan Carlos I”, y les erige a ambos en la pareja protagonista de una huida sin sentido, al ritmo de la ranchera que ilustra el título, unas semanas antes de navidad, por los pueblos de Portugal y España, disfrazado este último de manera estrafalaria para no ser reconocido, pues aun sin saber quién está detrás de esa encarnizada persecución, se resiste a regresar hasta que no logre encontrar lo que busca en un pasado que no está seguro de haber vivido. Sobran los motivos para confiar en nuevos encuentros con Arregui. Porque aquí, realmente -como escribe J.R.Biedma en el prólogo-, acierta. De pleno.

Pilar CASTRO

viernes, 19 de junio de 2009

En ICat FM




"Matar y guardar la ropa"Per Jordi Cervera

Carlos Salem, un autor innovador dins el panorama de la novel·la negra, amb un llibre fantàstic, "Matar y guardar la ropa".

(Desde el link se puede acceder a la reseña, está en catalán pero se entiende todito, y también al podcast. Además, la música, por lo que pude escuchar, es cojonuda)




Argemí tiene una bola de cristal



(el escritor argentino barcelonizado a tope y ganador del último Premio LH Confidential de Novela Negra es, además, clarividente. Así, cualquiera. En su galardonada "Retrato de Familia con muerta" construye una ficción en torno a una noticia real que conmovió a la clase media alta de la Argentina. Medido, sin especular más allá de los hechos conocidos, pero profundizando no sólo en el caso policial sino también en la sociedad y en los microcosmos de las urbanizaciones de lujo, Argemí se alzó con el premio y con muchos nuevos lectores.
Pero como no se conforma con eso, ahora va la realidad y le echa una mano...
Lo dicho: así, cualquiera. Mejor que se explique él mismo)


Quizás usted leyó "Retrato de familia con muerta".
Tal vez me oyó decir por ahí que era una ficción construida sobre un caso real, la muerte de una mujer en un country de las cercanías de Buenos Aires.
Seguramente también dije que aún la cosa estaba en pañales y que al marido de aquella mujer, acusado de asesinato, lo habían condenado a unos años por encubrimiento (¿¿??).
Bueno, parece que la tortilla se dio vuelta. Cadena perpetua para el fulano a quien consideran culpable de asesinato con ayuda de una o dos personas más.
Sí, comienza a parecerse a "Retrato de familia con muerta".
¿Cómo, no la leyó? ¿Qué espera?
En fin, le paso un link para que se entere de primera mano. ¡Fresquitas las noticias, fresquitas!
http://www.clarin.com/diario/2009/06/19/policiales/g-01942009.htm

miércoles, 17 de junio de 2009

Reseña de José Ramón Gómez Cabez, en Novelpol

http://blognovelpol.blogia.com/2009/061701-camino-de-ida-para-guardar-la-ropa-y-seguir-siendo-el-rey-por-jose-ramon-gomez-c.php

CAMINO DE IDA PARA GUARDAR LA ROPA Y SEGUIR SIENDO EL REY
Por José Ramón Gómez Cabezas

Rara es la novela de Carlos Salem que no obtiene premio alguno. Con Camino de Ida publicado en Salto de página, obtuvo el prestigioso Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón, hace poco por Cracovia sin ti recibió el premio Seseña de novela romántica y apenas unos días atrás con Matar y Guardar la ropa se hizo con el Premio Novelpol en dura pugna con las obras de Willy Uribe y David Torres.

Como ven este hombre toca todos los palos, aunque esta apreciación tenga matices diferenciales en su Argentina natal, lo mismo participa en un libro de relatos como que publica una novela de poemas. Además, amigo de sus amigos defiende a ultranza la novela negra y policial promocionándola siempre que puede desde su faceta periodística en distintos programas de radio. Pero este no es el tema, si su enorme corazón no fuera tal y estuviera empequeñecido por el orgullo y la pretensión, leeríamos también sus novelas por lo que suponen entre otras muchas cosas: una bocanada de aire fresco y novedoso dentro de la literatura negra actual.

Carlos Salem recupera en Pero sigo siendo el rey a una serie de personajes que ya aparecían en sus dos anteriores novelas, por un lado Arregui ese ex de tantas cosas que llega a confundir su camino de ida o más bien de hu-ida y por otro, los inseparables Soldati y Octavio, de reminiscencias cervantinas, tan necesarios como imprescindibles. Todos ellos se ven envueltos en una delirante aventura junto a un inolvidable músico (muy parecido a un paisano mío), la cabra Rosita, el mismo jefe Taibo y el rey, sí sí, el mismísimo rey de España. El pasado policial de Arregui tiene la culpa y cuando Juan Carlos I desaparece de la Zarzuela cerca de Nochebuena y el manido mensaje televisivo multicanal, el ministro vuelve a confiar en su amigo Arregui para encontrarlo, por varias razones, pero sobre todo por que fue él el que lo salvó de un secuestro terrorista aquel fatídico día.

Del pasado no se puede huir, del presente si, por eso los personajes de Salem se embarcan en aventuras que les llevan lejos de sus casas y a la vez cerca de si mismos, quizás sea esta la razón por la que sus historias no se puedan concebir sin el telón de fondo típico de las road movies a la inversa, porque sus personajes siempre vuelven, evocaciones psicoanalíticas o venganza de Gardel, quién sabe.

Y por si todo esto fuera poco, la narrativa hábil, irónica y concisa de este maestro curtido en mil batallas, hará que cuando cierres la ultima página de este Pero sigo siendo el rey te sientas agradecido y deseoso de volver a leer otra novela de Carlos Salem.



PERO SIGO SIENDO EL REY

Carlos Salem

EDITORIAL SALTO DE PAGINA, 2009.

Entrevista de Armando Rodera

Con motivo de la reciente presentación del último libro de Carlos Salem, titulado "Pero sigo siendo el rey", he tenido la oportunidad de charlar tranquilamente con el autor sobre dicha novela, su carrera literaria y otros asuntos de interés. Os dejo a continuación el resultado de tan interesante conversación.

P: En tu obra “Pero sigo siendo el rey”, uno de los protagonistas es Arregui, un detective privado que ya había surgido en anteriores obras. Del mismo modo aparecen en esta trama Soldati y Octavio, secundarios de lujo en esta ocasión pero actores principales en historias recientes. Cuéntanos brevemente los motivos de este juego de caracteres. ¿Con cuál de estos personajes te sientes más identificado? ¿Cuál es el más difícil a la hora de narrar sus desventuras?


R: Creo que no es algo intencionado, pero como, hasta ahora, todas mis novelas transcurren en la actualidad, con algunos años de diferencia, me atrae comprobar lo que el tiempo ha hecho con los personajes. En el caso del detective Arregui, llevaba conmigo más de cinco años, con su historia personal completa y sus derrotas. Sólo necesitaba hallar un caso a su medida para empezar a contarlo. Y decidí utilizarlo como secundario en mi segunda novela, “Matar y guardar la ropa”, porque necesitaba a un policía duro y al mismo tiempo, herido, humano. Ese era Arregui, antes de dejar el cuerpo. Al comenzar “Pero sigo siendo el rey”, tenía claro que él sería el protagonista. En cuanto a Soldati y Octavio Rincón, son los ejes de “Camino de ida”, mi primera novela, y durante estos dos años han sido muchos los lectores, conocidos o que me lo decían por mail o en ferias, que reclamaban su vuelta. No podían protagonizar otra aventura, pero si hacer de secundarios “de lujo” en esta tercera novela.
No sabría decir con cuál me identifico más, cada uno lleva algo de lo que soy, de lo que quisiera ser y de lo que nunca seré. Y sé, por otros compañeros novelistas, que les ocurre algo parecido. Ninguno es más difícil que el que te espeja por completo. Y hasta el momento, he logrado esconderme bien detrás de estos seres de papel.

P: En tu obra aparece otro protagonista que dará mucho que hablar: el rey Juan Carlos I de Borbón. ¿Cuáles fueron las razones que te llevaron a plantearte el incluir a dicho personaje en la historia? Huyendo también de cualquier tipo de escándalo, ¿creísteis que esto podría acarrear algún problema en la edición de la obra?

R: Empecemos por el final: no creo que tengamos problema alguno. Aunque todo el mundo me dice que es lo mejor que podría ocurrirme. Prefiero que mis libros lleguen por el boca a boca entre lectores, o por el oficio de editores de blogs y webs y críticos de prensa escrita. Cuando te compran por un escándalo, nunca sabes si tu libro vende por que gusta o por el escándalo. Y esa es una duda jodida para un escritor. Claro que si te machacas la cabeza con ella junto a una playa del Caribe...
El rey se eligió solo para su papel en la novela, y por varios motivos. El primero fue que ya formaba parte de la historia de Arregui, como se explicó en “Matar y guardar la ropa”. Yo quería un detective viable, que estuviera jodido pero no económicamente, sino en su estado de ánimo. Y cuando inventé a Arregui, le creé ese episodio decisivo en el que salva al rey casi por casualidad, al mismo tiempo en que su vida cambia para siempre. De ese modo, cuando deja la policía para montar su agencia, hay docenas de empresas “pelotas” que lo contratan porque se ha corrido el rumor de que es un protegido del rey. Y eso, a Arregui, le jode cantidad. De modo que, ¿qué mejor forma de iniciar sus aventuras que uniéndolo al hombre que ha influido tanto en su vida, aunque fuera sin querer?
Además, de Juan Carlos I siempre me atrajo esa figura del niño de 10 años, en Estoril, que juega como un niño mientras su familia decide y sella su futuro para siempre... Esto no supone ni un apoyo ni un ataque a la figura real, sino una búsqueda dentro de alguien convertido en personaje...



P: La obra se lee de un tirón, con un gran ritmo que nos absorbe sin dudarlo hasta llegar al último capítulo. Parte de las premisas de una novela negra, pero luego desemboca en una impactante “road-movie” que no deja descansar al lector ni un instante. ¿La trama policíaca es el medio o quizás el fin que buscas para contar la historia que tienes en mente?

R: En el mundo actual, casi toda novela es, por definición, policial al menos en parte.Yo amo el género y creo que eso se nota: hace poco Paco Ignacio Taibo II me decía que Arre gui es un personaje muy muy chandleriano, que es lo que yo buscaba. Ahora bien, creo que los géneros están para jugar con ellos, usar sus elementos para contar lo que quieres, y yo quería contar la historia de un hombre viejo que sale a reclamar su infancia y un hombre que teme envejecer en soledad. En cuanto a lo de “road-movie”, es cierto que tengo una debilidad por ese tipo de tramas, pero es que toda novela es un viaje, o debería serlo, aunque los personajes no se muevan de su propio barrio. “A timba abierta”, por ejemplo, la excelente novela de Oscar Urra, transcurre en un radio que no supera los 200 metros cuadrados, pero es toda una travesía por la vida de los personajes y de la sociedad española...

P: Hablando de esta última novela o también de tu obra en general, nos gustaría saber como te enfrentas a la difícil tarea de desarrollar una historia y sus personajes. ¿Está todo predeterminado, con un guión ya planificado además de tramas y personajes ya esbozados? ¿O quizás las ideas fluyen en tu mente y según vas escribiendo la historia te va atrapando sin remedio, llevándote por derroteros que quizás no pensabas explorar?

R: Yo trabajo según un método suicida que me proporciona muchas alegrías y muchos dolores de cabeza. Tengo una idea, juego con ella, dejo que asomen algunos personajes, situaciones, un eje. Y sigo pensando en ella, hasta que aparecen caracteres, hechos y casi siempre, el final hacia el que conduce todo. Sólo entonces me siento y escribo, por lo general 70 y 80 páginas, lo que sería el primer acto. Y la dejo, para que vaya cociendo sola en mi cabeza, a fuego lento. A veces la dejo por unos meses, a veces por unos años, en los que inicio otras novelas. Y un buen día el caldo está a punto y surgen los detalles que faltaban, esos que no valen si los amasas a partir de tópicos, y es entonces cuando me siento a escribir y la termino. En cuanto a los derroteros, niego esa leyenda sobre personajes que se escriben solos. Creo que los novelistas somos unos cabrones que les van poniendo pruebas y según como las superen, decidimos el rumbo. Aunque siempre sé hacia donde nos llevará la trama y es raro que ataque la escritura definitiva de una novela sin conocer antes cuál será la última frase del libro.

P: Carlos Salem se mueve como pez en el agua en el género negro, pero también cultiva con éxito otros géneros como la poesía o el relato. Recientemente has sido galardonado también con un premio de novela romántica. ¿Cuál es el género que más te gusta, en el que te sientes más cómodo y por qué? ¿Hay alguna razón especial que te lleve a diversificar tanto tu prolífica obra?


R: Creo que el estilo de un escritor está formado por varios registros diferentes en los que siempre se lo puede reconocer. Hay temáticas, ritmos, usos del lenguaje que son nuestras huellas digitales. De modo que cada género sirve como marco para contar la historia que nos apetece contar. “Cracovia sin ti”, por ejemplo, el libro que ganó el premio Seseña de novela romántica y que se editará en enero de 2010, no es un Corín Tellado ni nada que se le parezca, pero como tiene de fondo una historia de amor, pues utilizo algunos elementos, pero sigue siendo una novela mía, con lo bueno y lo malo que eso tenga. En el género negro me siento a gusto porque siempre expones una situación límite, en la que los personajes tienen que tomar decisiones cruciales, y eso siempre ayuda. No creo que diversifique mi obra, más bien la concentro con el fin que explicaba antes: todos son libros míos. Y como llevo casi veinte años escribiendo según el método suicida que comentaba, tengo mucho material en la cocina y me gusta publicarlo para que no se queme... Los relatos son un juego delicioso, la esencia de la narrativa, y si puedes reunir parte de ellos en torno a un eje, como hice en “Yo también puedo escribir una jodida historia de amor”, lo haces y disfrutas con ello y con la reacción de los lectores. En cuanto a la poesía, escribo poemas desde los 10 años, aunque por suerte de esa época no queda nada. Hace unos meses, la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker me ofreció editar “Si dios me pide un bloody mary”, que reúne parte de mis poemas de los dos últimos años, y como el proyecto me gustó y los compañeros de viaje más todavía, así nació el libro y sigue vivo, que es lo que importa.





P: Para terminar nos gustaría conocer de boca del autor alguna anécdota curiosa que haya surgido a la hora de escribir esta novela tan original, ya sea durante su fase inicial de planteamiento, documentación, escritura o promoción de la misma.

R: Hace unos meses, cuando abordamos la edición final y la corrección definitiva del original, una noche soñé que el rey abdicaba en favor de su hijo y me jodía la novela. Y el sueño fue tan real que durante días estuve inquieto y atento a los telediarios, por si ocurría algo parecido. Otra cosa curiosa que ocurrió fue la reacción de mis lectores “de prueba”, amigos vinculados o no a la literatura, a quienes envío siempre el primer original de mis libros antes incluso de mandarlos a mi editorial. Muchos de ellos, republicanos o de izquierdas, me decían que, tras leer la novela, el personaje del rey les resultaba tan simpático que al ver al de carne y hueso en la tele, lo imaginaban en las situaciones que yo había inventado y les caía bien. No fue algo buscado sino que mi Juanito de ficción tiene muchos giros y actitudes fácilmente adjudicables al rey de verdad, a quien he enviado el libro. Espero que llegue a sus manos y que pase un buen rato leyéndolo.

Muchas gracias por todo, Carlos. Un placer haber charlado contigo.


Texto completo de una de las mejores entrevistas que me han hecho, en


http://vivenciasdeunescritornovel.blogspot.com/2009/06/entrevista-carlos-salem.html

viernes, 12 de junio de 2009

Arregui y el rey en el diario "Público"








El rey Juan Carlos, en una disparatada novela negra
Carlos Salem embarca al monarca y a un detective en una road movie a lo largo de España en Pero sigo siendo el rey


JESÚS ROCAMORA - MADRID - 12/06/2009 07:21


Un buen día, el rey Juan Carlos desaparece, dejando tras de sí una misteriosa nota: "Me voy a buscar el niño. Volveré cuando lo encuentre. O no. Feliz Navidad". A falta de un mes para el año nuevo, las autoridades están nerviosas. ¿Y qué pasa si no ha vuelto para grabar su tradicional mensaje? Todo apunta a que es un trabajo para José María Arregui, un ex policía metido a detective chandelriano con dos habilidades: romper narices y cambiar de disfraz, como Mortadelo. "España me necesita", piensa Arregui cuando le encargan encontrar al rey. "España va de culo", concluye.

Este es el punto de partida y los dos protagonistas principales de Pero sigo siendo el rey (Salto de Página), "una novela negra con mucho de road movie y algo de alegoría", dice su autor, el argentino Carlos Salem (Buenos Aires, 1959). Según cuenta, la idea de meter al rey como coprotagonista de su novela tiene mucho que ver con el personaje que durante todos estos años hemos ido creando alrededor del monarca: "Juanito, que es como le llama Arregui, da mucho juego".
Salem lleva veinte años en España y "es un figura que siempre está presente en las conversaciones, para los chistes, para lo serio, para las críticas. En su día investigué a los personajes de aquí y me impactó la imagen de ese niño de 10 años que, en 1948, cuando está en Estoril, su familia decide entregarlo a Franco. Es decir: con 10 años, tu familia decide tu futuro. Para siempre".

A esto se suma un conocimiento "a dos metros de distancia" de Juan Carlos que Salem tiene de sus años como periodista, en los que "me llamó la atención ese carácter de niño grande, sus detalles con los fotógrafos, con la que se escapa para hablar, contar chistes, echar unas risas. A partir de ahí, me inventé un personaje". Nada raro en quien ya metió en su primera novela, Camino de ida (2007), a Carlos Gardel, que resulta que quiere matar a Julio Iglesias "por cantar los tangos como los canta".

Aquel famoso El Jueves
A pesar de que ha jugado desde el lanzamiento del libro con las consecuencias de tocar a un intocable como el rey (ahí está el prólogo del libro, firmado en 2048, después de que el autor fuera borrado del mapa por "fuerzas oscuras"), Salem no considera que la osadía tenga mayores consecuencias, como la famosa portada de El Jueves. "Creo que no hay una toma de postura con respecto a la Casa Real seria, ni de los que están a favor ni de los que están en contra. Ya no hay ese miedo que había cuando llegué en el 88, con el golpe de Tejero reciente", afirma.

Hablando de Tejero y España, el país que pinta Salem en Pero sigo siendo el rey es, en parte, el actual, con referencias de lo más cotidianas, pero en parte también "esa España que existe a 200 metros de cualquier autovía, frenada en el tiempo, en muchos aspectos tardo-franquista".

Salem se mueve bien en todas las distancias: en esta feria del libro también está presente con un volumen de relatos, Yo también puedo escribir una jodida historia de amor (Ediciones Escalera) y otro de poesía, Si dios me pide un bloody mary (Editorial Ya lo dijo Casimiro Parker). Pero para los que han quedado prendados de la novela, avisa de que el detective Arregui volverá en el futuro, "aunque no necesariamente en compañía del rey". Vaya, con lo buena pareja que hacían.




Foto: Carlos Salem, ayer en el Retiro después de una sesión de firmas con los lectores. - GABRIEL PECOT
(Reseña en el original en:)
http://www.publico.es/culturas/231796/rey/juan/carlos/disparatada/novela/negra

Más sobre la Semana Negra





http://abandonadtodaesperanza.blogspot.com/2009/06/semana-negra-de-gijon-28-autores-mas.html

Hace justo una semana que anunciábamos los primeros 21 autores invitados a la Semana Negra de Gijón de este año. Hoy podemos añadir 28 nombres más, que completan casi un primer medio centenar de celebridades confirmadas para el macrofestival cultural más importante de nuestro país:



Juan Miguel Aguilera. Novelista español de ciencia ficción, casi un clásico a pesar de su juventud. Triunfó con libros como Mundos en la eternidad o Mundos y demonios para pasar luego a la novela histórica y llegar ahora a Gijón con su recién nacida obra La Red de Indra.



Juan Ramón Biedma. El Mister Hyde de la nueva narrativa hispana. Ha matado más curas, monaguillos, burócratas y espectadores inocentes en sus novelas, que todo el resto de los escritores españoles juntos. Su literatura es un género en sí misma, si no véase El manuscrito de dios y El imán y la brújula.

Marco Antonio Campos. Poeta, ensayista y narrador mexicano, recientemente galardonado en España con los premios Machado y Casa América de poesía. Entre sus novelas, Hemos perdido el reino y En recuerdo de Nezahualcóyotl. Entre sus muchas autodefiniciones: "Soy el hijo pródigo que regresó a casa demasiadas veces".

Óscar Urra. Uno de los descubrimientos de 2008 en España. Su primera obra, A timba abierta, fue alcanzando lectores gracias al boca oreja, hasta llegar a ser este año finalista del Memorial Silverio Cañada.



Raúl Argemí. Narrador argentino que ha hecho de su pasado un tremendo y maravilloso arsenal de historias y que en tan sólo siete años ha ganado media docena de premios literarios en España y ha renovado un género mestizo donde se cruzan la novela social, la novela política, la novela de aventuras y la novela negra.

Marta Cano. Una de las más talentosas grafistas españolas. Ilustradora, autora de libros infantiles. Sus aportaciones en formato de historietas breves a los libros Pepsi-Semana Negra son excelentes.

Gisbert Haefs. Novelista alemán, renovador de la novela histórica en Europa con la publicación de Aníbal, a la que han seguido obras fundamentales como los dos tomos sobre Alejandro, La amante de Pilatos y La espada de Cartago. Es así mismo autor de varias novelas policiacas y traductor de Borges al alemán.

Elia Barceló. La narradora española más versátil y lúcida de la literatura fantástica. Una pluma afilada repleta de ternura. Pruebas abundantes en libros como El mundo de Jarek, Corazón de tango, Consecuencias naturales y Futuros peligrosos.





Fernando Marías. Ganador del premio Nadal con El niño de los coroneles. Autor de novelas imprescindibles como Esta noche moriré, Invasor o La luz prodigiosa. Sabe más que nadie de cine negro y de westerns, o eso cree él.

Alfonso Mateo Sagasta. Uno de los personajes de la nueva novela histórica en España. Dos veces ganador del premio Espartaco con Ladrones de tinta y El Gabinete de las maravillas. Acaba de dar un giro a su carrera con Las caras del tigre.

Ricardo Menéndez Salmón. Autor asturiano de novelas como La ofensa, Derrumbe y El corrector, que han tenido un sorprendente y merecido impacto entre crítica y lectores en muy pocos años.

Carles Quílez. Sobradamente conocido por el público por su labor como periodista de sucesos, ha publicado varias novelas con el escritor Andreu Martín y otras en solitario, además de numerosos ensayos sobre tema criminal. Acaba de ser galardonado con el premio Crims de tinta.

Luis García. Posiblemente el dibujante de cómics de trazo más realista, y uno de los máximos exponentes de la generación de oro de este arte. Su obra ha evolucionado hacia una síntesis entre historieta y pintura, conservando lo mejor de ambos géneros.

David Torres. Este escritor español sorprendió gratamente con su anterior obra, El gran silencio, y ha conseguido que valiera la pena esperar cinco años para leer su Niños de tiza, una férrea novela policiaca ambientada en el Madrid periférico del sueño preolímpico, con la que ha llegado a la final del premio Hammett.




Carlos Salem. Autor argentino transplantado a España, novelista, poeta y showman integral. Cuenta sus novelas por premios ganados. Toca con maestría casi todos los géneros, con una mirada muy personal que mezcla la ternura, la acidez, el surrealismo y, siempre, una imaginación desbocada.

Enrique Sánchez Abulí. Autor español de algunos de los cuentos más negros e impactantes que se puedan imaginar, es más conocido por su obra como traductor y guionista de historietas, y como creador del mítico personaje Torpedo.




Luis García Montero. Uno de los mejores poetas españoles contemporáneos, con una amplia obra en la que no faltan nunca elementos históricos, biográficos y, sobre todo, sociales. Su obra más reciente es en prosa: Mañana no será lo que Dios quiera, un retrato del poeta Ángel González y de su época.

Nacho Guirado. Joven narrador asturiano con una muy interesante trayectoria dentro de la novela negra, que ha dado un giro a su obra con La lista de los catorce, basada en una historia real sobre la memoria familiar y la memoria histórica, ambientada en los años posteriores a la Guerra Civil.

Carlos Fortea. Ensayista, teórico y traductor del alemán, se adentra ahora en la ficción para lectores jóvenes con Impresión bajo sospecha, una novela histórico-policiaca ambientada en el Madrid del Siglo XVIII que bajo ningún concepto se puede considerar simple "lectura para niños".

Luis G. Jambrina. Ensayista español que ha irrumpido exitosamente en el mundo de la ficción con El manuscrito de piedra, thriller histórico que tiene como protagonista a Fernando de Rojas y que ya le ha valido el premio de novela histórica Ciudad de Zaragoza.




Félix Grande. Considerado uno de los grandes de la poesía española actual, ganó en 1978 el Premio Nacional de Poesía y en 2004 el Premio Nacional de las Letras Españolas. Sus orígenes como guitarrista flamenco han tenido continuidad en buena parte de su obra.

Empar Fernández y Pablo Bonell. Pareja literaria que ha surgido en los últimos años en España con novelas policiacas situadas en los barrios bajos de Barcelona como Las cosas de la muerte, Mala sangre y Un mal día para morir.

Fernando J. López del Oso, joven autor español que recientemente ha ganado el VI premio Minotauro con la novela El templo de la luna, en la que aúna géneros como la ciencia ficción, la aventura y el policial.

Bruno Arpaia. Novelista italiano, colaborador entusiasta de la Semana Negra. Narrador que se mueve en una zona limítrofe donde confluyen la novela histórica, la novela negra y la memoria de su generación. Ha publicado en España Tiempo perdido y La última frontera.



Mercedes Castro. Novelista española, revelación de la pasada Semana Negra de Gijón con su novela policiaca Y punto.

Rodolfo Martínez. Autor asturiano, uno de los pilares de la ciencia ficción y la fantasía en España. Ha tocado todos los palos dentro de su campo, con novelas que van desde lo más ortodoxo al pastiche transgenérico más delirante.





León Arsenal. Novelista español cuya obra se encuentra a caballo entre la fantasía, la novela histórica y el mejor thriller. Su novela La boca del Nilo ganó el premio de novela histórica Ciudad de Zaragoza y el premio Espartaco de la Semana Negra.


[Fotografías: Juan Ramón Biedma, Raúl Argemí, Fernando Marías, Carlos Salem, Luis García Montero, Félix Grande, León Arsenal.]
Publicado por Fran J. Ortiz

martes, 9 de junio de 2009

Arranca la 22 Semana Negra de Gijón





ARRANCA LA SEMANA NEGRA DE GIJÓN

Yo siempre he querido estar y compartir un festival en que se hablara del legendario Belarmino Tomás y de la conquista del Amazonas, de Darwin y de Modigliani, de las cruzadas y de la brigada de españoles que liberó París durante la segunda guerra mundial, de Cervantes en Lepanto y de los narcos mexicanos, del revolucionario asturiano Manolo Grossi, de la Semana trágica de Barcelona y de los orcos, de las máquinas de vapor y del 11 M, de Waterloo y del crimen contemporáneo en Lima, de la moderna Babilonia y de la antigua Roma. En el cual el poder mágico de la palabra escrita y dibujada nos permitiera tocar durante instantes tantos mundos. Creo que este año lo podré hacer.

Y esto será posible en un bellísimo y como siempre sorprendente territorio, al lado del mar, en la Playa del Arbeyal, en la boca de los barrios populares gijoneses.

Los premios han caído sobre nuestros invitados de este año. Nos tiene de muy buen humor la futura presencia en Gijón del poeta, ensayista y narrador colombiano William Ospina, que acaba de ganar el Rómulo Gallegos y compite por el premio Espartaco con El país de la canela. Luis G. Jambrina se ha llevado el premio de novela histórica de Zaragoza con El manuscrito de piedra; Carlos Salem ganó el Novelpol con Matar y guardar la ropa, Julián Ibáñez se llevó el premio L. H. Confidencial con El baile ha terminado, Luis Sepúlveda el Primavera, López del Oso el Minotauro, incluso uno de nuestros invitados ganó el premio de los lectores del reciente Salón del libro de París.

Podemos anunciar que nuestra lista de este año se enriquece con la presencia del narrador pakistaní Tariq Ali, una de las voces más interesantes en la revisión de la historia antigua y reciente de oriente, tanto en sus excelentes novelas como en sus ensayos, que presentará su obra en Gijón de la mano de Pedro de Silva. Estará también una de las figuras más importantes del polar francés, Fred Vargas, a la que llevábamos años intentando traer.

La presencia de Luis García Montero, habitual ya de nuestros recitales de poesía, se enriquece con la presentación de su libro Mañana no será lo que dios quiera. Con él estarán el poeta mexicano Marco Antonio Campos y por primera vez, una figura mayor de las letras españolas, el poeta y Premio Nacional de las letras Félix Grande.

Tendremos un lugar muy especial para el cómic con la exposición y regalo del catálogo del libro sobre el 11M de Toni Guiral, Pepe Gálvez y Joan Mundet. A esto se sumará la presencia del norteamericano Gene Ha, uno de los creadores de Top Ten, la presentación del nuevo libro de Luis García y la presencia de Edmond Baudoin.

El libro de regalo Semana Negra/Pepsi será una revisión de la Biblia en la que colaboran 30 autores. Y un gran lanzamiento, el libro de Jorge B. Fernández Tomás sobre su abuelo Belarmino, realizado expresamente para ser regalado en esta edición.

Podremos darle un golpe de timón a la manera como hemos contado la historia. La presencia de Alessandro Barbero, reconocidísimo medievalista italiano, autor de obras como La batalla, o Carlomagno, nos permitirá observar las diferencias entre el historiador y los narradores. A su lado repetirán en Gijón escritores como Gisbert Haefs, Javier Negrete, León Arsenal o Ricard Ibáñez y estarán nuevas caras como las de Magdalena Lasala y el francés David Camus.

Se estrenarán en Gijón Barcelona trágica de Andreu Martín y se relanzará Las caras del Tigre de Alfonso Mateo-Sagasta.

Habrá una nutrida presencia latinoamericana encabezada por la muy reconocida narradora colombiana Laura Restrepo, el novelista peruano Alonso Cueto, los mexicanos Hernán Lara Zavala e Ignacio Padilla, los argentinos Guillermo Saccomanno, Guillermo Martínez (Los crímenes de Oxford) y Raúl Argemí. Su presencia nos permitirá tener tertulias sobre la novela negra y la política y tocar temas como Buenos Aires de cerca y de lejos, y la mexicanísima guerra contra el narco.

Nuevamente se celebrará dentro del festival la Asturcón, convención cienciaficcionera en la que se presentarán la nueva novela de Juan Miguel Aguilera, la obligada El mapa del tiempo de Félix J. Palma y el gran lanzamiento de José Antonio Cotrina. Habrá una tertulia sobre zombis y tendremos en Gijón en esos días a Kyril Yeskov, el hombre que le ha dado la vuelta al canon de J.R.R Tolkien.

Una lista más detallada del largo centenar de autores confirmados puede encontrarse en nuestra página web, www.semananegra.org
Este año hemos cuidado particularmente nuestra feria del libro. Evitando las casetas que repiten la letanía de bestsellers, libros de moda y temporada, hemos buscado la gran variedad y las ofertas, la aparición de grandes espacios dedicados al negro, la fantasía, la historia, los libros aparentemente inencontrables, las obras publicadas en otros espacios del español.

Añadimos a los talleres de literatura uno nuevo, organizado por Laboral Centro de Arte, que dará elementos para poder realizar un minicorto con el móvil.

Y todo ello narrado en el diario A Quemarropa y envuelto en decorados que han sido emblemáticos en pasadas semanas negras, fiesta y bullicio, aparatos de feria, mercadillos de artesanías multiétnicos, chiringuitos y variadas ofertas gastronómicas en las que al lado de las costillas, los kebabs, las gufras y los pulpos, aparecerá por primera vez un restaurante japonés y una sidrería posmoderna.

Persistiremos en mezclar la cultura de la fiesta con la gran fiesta de la cultura.

Y esto es tan sólo el principio; a lo largo de los días, nuevas noticias sobre el festival irán apareciendo, incluyendo la presencia de varias figuras literarias, nuestro proyecto de detección de jóvenes autores y, desde luego, el programa de nuestro festival hermano de fotoperiodismo.


El feliz (y un poco envejecido) director
Paco Ignacio Taibo II


Reseña de Daniel Entrialgo


(En Almirante Esquire, Diario de a bordo de la Redacción de 'Esquire' )

http://elalmiranteesquire.blogspot.com/2009/05/si-hay-miseria-que-no-se-note.html


SI HAY MISERIQA, QUE NO SE NOTE

A Carlos Salem lo descubrí a través de los chicos de Editorial Salto de Página, que me enviaron en 2007 su primera novela, Camino de ida. Muchos son los libros que se apilan sobre la mesa y pocos los ratos muertos para leer tranquilo, pero, al final, cayó de un sentada. Luego llegaron Matar y guardar la ropa y, ahora, recién salido de su apañolada cabeza Pero sigo siendo El Rey. A Salem le gustan las road movies. Sus historias van de aquí para allá, entre pueblecitos polvorientos, carreteras comarcales y extraños personajes cervantinos; también le gustan las celebrities (aunque él lo niegue), pero sólo tamizadas por el pasapurés de la cabrona realidad. Así no es raro que por sus páginas aparezcan Julio Iglesias, Carlitos Gardel, el juez Garzón, Luis Cobos o el mismísimo Rey Juan Carlos, protagonista de esta última entrega. Nuestro monarca decide escapar de la Zarzuela y buscar un rato de paz anónima por las playas de su niñez, cerca de Estoril; allí lo encontrará Arregui, detective canónico que tendrá que ponerlo a salvo de un grupo de asesinos. Suena a buddy movie o peli de colegas, pero es que Salem escribe con un pie en Malasaña y otro en el Siglo de Oro.
Quizá a alguien pueda sonarle excesivo meter al tipo que sale en la cara de las monedas en una historia como ésta, pero seguro que no pensó lo mismo cuando vio al presidente de los EE UU (o al actor que lo interpretaba, vamos) matar extraterrestres a bordo de un caza en Independence Day o a Harrison Ford repartir piñas entre los terroristas de Air Force One. Total, que en Esquire leemos a Salem (¡qué se le va a hacer!) y él nos lo agradece como pocos autores (va en serio). En el número de junio quisimos que fuera la firma invitada de nuestro Ruido y furia y aceptó encantado. Es más, prometió comprar tres ejemplares y enviarle uno a su madre para que viera que no se dedica (al menos full time) a los atorrantes oficios del lumpen. Con su pañuelo bucanero como enseña, presume de haber sido camarero antes que fraile, taxista o maestro pizzero, pero en realidad codirige el espacio literario Bukowski club y ya tiene su esquina de barra bien ganada en los chigrines de la Semana Negra de Gijón. Si Berlanga metía en todas sus películas la palabra “austrohúngaro”, Salem tiene debilidad por una frase: “Si hay miseria, que no se note”. Prueba a buscarla. (Daniel Entrialgo)

La biblioteca imaginaria


No sé cuando leeréis vosotros, amigos lectores, esta reseña. Os diré que yo comienzo a escribirla cuando el verano está a la vuelta de la esquina. Es inevitable pensar en las vacaciones. ¿A dónde iréis vosotros? ¿Al extranjero? ¿Al apartamento de la playa? ¿O quizá elegiréis un camping? Precisamente en un camping, y nudista, tiene lugar la mayor parte de la trama de la novela que hoy comentaremos. Ésta no es otra que Matar y guardar la ropa, la exitosa obra de Carlos Salem que va ya por su segunda edición y que acaba de ser galardonada con el Premio Novelpol a la mejor novela policial publicada en el año 2008.



Juan Pérez Pérez es un hombre normal, demasiado normal. Eso es lo que piensa su entorno, es decir, su ex mujer, y sus hijos, Leti y Antoñito. Pero en realidad Juan, Juanito, tiene una doble vida, y lo que menos espera es tener que desempañar ambos papeles, el del apocado Juan y el del implacable asesino Número Tres, justo durante sus vacaciones de verano en el camping nudista de Murcia al que se ve obligado a llevar a sus hijos y en el que, curiosamente, coincide con su ex, el nuevo novio de ésta (un juez de prestigio), un antiguo amigo de la infancia, un compañero de profesión y un inspector que sospecha desde hace años que algo raro se oculta tras nuestro protagonista. Añadámosle una sensual joven de nombre Yolanda y un jubilado que escribe novelas policíacas bajo un pseudónimo y ya tenemos listo el cocktel explosivo. ¿Cómo podrá acabar todo esto?



El narrador de esta historia no es otro que el propio protagonista, ese Juan al que todos llaman Juanito, como si fuera todavía un niño, el mismo que en realidad lleva años matando gente por encargo de la empresa como el que vende compresas o gasas para hospitales. Utiliza este Juan, o número Tres (su identidad en la empresa) un estilo claro y directo, en presente cuando se refiere a lo que le está sucediendo en el momento en el que se desarrolla la trama principal, y en tiempo pasado para hablar de los hechos que más relevancia han tenido para él a lo largo de los años (las enseñanzas de su mentor, sus aventuras infantiles, sus fracasos, etc) , los mismos hechos que le han hecho ser quien es.



El Juan protagonista, el que siempre soñó con ser capitán de barco pirata, no es la máquina de matar, el hombre totalmente frío y calculador, que se supone que debería ser; sino una persona llena de dudas, de arrepentimiento, de amor hacia los suyos y hacia esa Yolanda que acaba de conocer. Él es un hombre, en definitiva, con ganas de demostrarle a su entorno y al mundo que entre Juanito y Número Tres hay un ser intermedio que es él: el verdadero Juan.



Por si todo esto fuera poco, os recuerdo que la mayor parte de esta trepidante aventura veraniega tiene lugar en un camping nudista, un lugar de lo más original a la hora de situar en él una historia, un sitio donde, desde luego, pueden darse todo tipo de situaciones para nuestro protagonista y el largo elenco de actores que completan el interesante reparto, desde las más divertidas y desastrosas, pasando por las más tiernas, las más sensuales, y acabando en las más inquietantes y llenas de suspense.



Matar y guardar la ropa, en conclusión, es una novela negra divertida, original y refrescante, con un ritmo ágil y los equívocos y giros típicos del género, pero también una novela llena de amor, pasión, encuentros y desencuentros, arrepentimiento y perdón, una buena historia que aúna el buen uso de la prosa con la profundización en la psicología de los personajes, fundamentalmente en la del protagonista, haciendo de éstos seres mucho más humanos.



Playa, montaña, destino extranjero o nacional: da igual el lugar que elijáis para pasar las próximas vacaciones. Pero, eso sí, hacedme caso y no os olvidéis de meter un ejemplar de Matar y guardar la ropa en la maleta. Os aseguro que os hará el verano mucho más ameno y emocionante. ¿Alguien da más?



Cristina Monteoliva


http://www.labibliotecaimaginaria.es/page10.php?post=270


lunes, 8 de junio de 2009

El "imperdible" de la semana: Pacos al cubo


Casimiro, Octavio, Arregui, Juan Pérez, el rey y yo, en Ginebra



(La condena del desorganizado -si no aprende a olvidar y uno no quiere), es comenzar todo por el final, por lo más reciente. En estos meses han ocurrido tantas cosa,s viajes y gentes, que no hago más que quedar mal conmigo mismo y con los demás, retrasando fotos y post en el blog para cuando pueda hacerlo bien y me temo que nunca aprenderé. Así que empiezo por lo más reciente y me prometo recuperar fotos y momentos de Gijón, Ibiza, París y tantas otras citas recientes en las que fui bien recibido y partí con ganas de volver.)


Borges en bicicleta

Dicen que aquí Borges lleva años haciéndose el muerto para pasear en bicicleta sin que nadie lo molesta. Puede ser. Tabién puede ser que un ciego pedalee sin peligro de atopello en una ciudad en la que las viejas no se asustan de mis pintas cuando me acerco en su ayuda para abrirles la puerta del hotel desde fuera, o los policías me sonríen en lugar de palparse la cartuchera con la reglamentaria.
Una ciudad en la que se habla francés pero se bebe cerveza como si estuviéramos en la parte alemana de Suiza, que también tiene una parte italiana.
Y sin saberlo, o sabiéndolo y disfrutando de ello, Ginebra tiene una parte que habla, sueña y piensa en español.
Se llama Librería Albatros y lleva casi 30 años remando en nuestro idioma, reuniendo a hispoanoamericanos y suizos que aman esta lengua, soplando cultura sin mayúsculas, acaso porque Rodrigo Díaz, que va a los pedales, sabe que las mayúsculas vienen siempre después de un punto y aparte y él apuesta por los puntos suspensivos.



Con la complicidad del Instituto Cervantes de Lyon, Rodrigo contrabandea poetas y narradores de habla hispana a Ginebra, y no mira el ránking de ventas o los premios,sino los libros. Cosa rara, dirán ustedes, en un librero. Pero por suerte quedan mcuhos que lo hacen todavía.
Allí llegamos, el sábado, Casimiro Parker, Octavio Rincón, el Número Tres,El rey la chica autora del pedo más bello del mundo y yo, (todos con un sólo billete, tiene mérito), para presentarnos en la ciudad helvética y con miedo a meter la pata. Igual lo hicimos, no lo sé. Pero en ese caso, que no se culpe a mis personajes sino a mí. En el local de Albatros, pese a la lluvia que había caído con violencia nada suiza, los asistentes tuvieron que tragarse la charla que di, inconexa, como siempre, pero sincera. Lo único que he aprendido en estos dos años de publicar libros y presentarlos, es que no me sirve ni me gusta prepararme un discurso conveniente, y que la corrección política es un tipex que siempre te acaba manchando los dedos.
Hablé de las novelas, de los cuentos y los poemas. Y también de los proyectos que vienen. Leí dos cuentos del libro y una sarta de poemas impertinentes que me siguen gustando cuando los leo ante un público nuevo.

Contesté sinceramente a las preguntas inteligentes del escritor cubano José García Simón y me llevé la sorpresa de una plaquette con mi poema "Buscadores de oro", realizada por el poeta Sergio Cáceres.Pero lo más importante: conocí a gente que vive los libros como un viaje y el español como la maleta en la que llevar esas vivencias. Cosa rara, entre personas que hablaban tres idiomas como mínimo, yo, que penas hablo español y mal, creo haberme hecho entender. Luego fue la charla, las cervezas, los proyectos de volver pronto,tal vez un taller después del verano, puede que una revista para que los 30 años de Albatros no pasen inadvertidos,y la sensación de estar en casa, ahora que otra vez no tengo casa.


Me quedarán nombres en el tintero (menuda chorrada, ya nadie usa tinteros),pero prometo recuperarlos, así como más fotos.
Entre tanto, no se me puede olvidar el entusiasmo lector y la calidez de Loretta y Gina, indispensables para que e albatros siga planeando mientras Rodrigo pedalea, la cordialidad de Martina, la vociferante euforia constructiva de Santiago, la inquietante curiosidad de Gabriela...


Me faltan nombres, digo, pero los recuperaré, porque tenía que ser en Ginebra, después de más de 20 años en europa, donde comprendiera, por fin, qué coño es ser hispanoamericano.
Y me gustó.




Fue una maratón de 24 horas en una ciudad en la que ni siquiera yo puedo ponerme nervioso. Y eso que el viaje empezó al estilo IBERIA, hubo que pagar dos veces un billete que ya estaba pagado,(de no mediar la presencia de Ada, que esta vez merecío la "H", me quedaba con cara de T4 hastaNavidad, por lo menos), sortear el laberinto infernal de la T4 (ahí te hubiera querido ver, Dante), y todo lo que implica recorrer pasillos y pasillos señalizados por mano artera, con la sensación de que nunca pillarás el jodido vuelo. Pero fue llegar a Ginebra y saber que todo iba a otro ritmo, la vida en bicicleta y hasta los punkies disculpandose si tropezaban contigo en la acera, aunque la culpa fuera tuya.
Antes de comer, Rodrigo me llevó a la visita obligada que no obligatoria: la tumba de Borges, que bien podría tener cientos de años. Una lápida de reminiscencias vikingas y un entorno sencillo, en el que el poeta escuchará, cuando se retire por las noches a descansar, el silencio que le llene de imágenes la cabeza.
De camino, nos topamos con tumbas discretas pero llamativas, como la de la foto, y Rodrigo y yo llegamos a la deducción e que ahí descansaba el abuelo de Harry Potter y ha se habría podido estirar el niño mago con un mausoleo por todo lo alto, con la pasta que ha ganado...


Y detrás de la tumba de Borges, vecina que alegrará las noches del ciego,la de Griselidis Real,"escritora, pintora y prostituta", siempre cubierta de de flores. Rodrigo me contó que cuando murió, en 2005, y decidieron enterrarla tan cerca del escritor, el núcleo bienpensante ginebrino protestó, pero no hubo caso. Seguro que Borges agradece la compañía, e incluso, algunas noches, cuando Ginebra duerme, la monta en el caño de su bicicleta y salen a recorrer los antros que no pude hallar en tan pocas horas, pero seguro que existen en la ciudad.




Irreverente que es uno, le planté encima tres de los cuatro libros de YA LO DIJO CASIMIRO PARKER (Lo siento, Oskar Aguado, no olvidé el tuyo, pero con la mudanza a la mitad tengo la vida en cajas y no pude hallar mi ejemplar a tiempo. Prometo que en el próximo viaje lo llevo),





y hasta leí tres pomemas del libro que Rodrigo grabó en vídeo por aquello de hacer el tonto y hacerlo bien. Luego fuimos en busca de un sitio donde comer, en una ciudad que en sábado por la tarde duerme una siesta plácida.
Al salir del cementerio vi una bici recostada contra árbol. Una bici sin candado y con las ruedas gastadas de rodar sin prisas.
Seguro que era la bici de Borges.

viernes, 5 de junio de 2009

"Aller Simple" (Camino de ida),entre las 10 mejores policiales del año según la revista "Lire"






(... y uno tiene la tentación de parafrasear a Obélix y decir: "están locos, estos franceses", porque el año va por la mitad todavía. Pero si te reciben tan bien, hay que ser agradecido. Cuando Camino de ida en su versión francesa comenzo a rodar, hace poco más de dos meses, estaba asustado: no es lo mismo, pensé, contarle las desventuras de un funcionariuo charnego a los lectores españoles, que hacerlo en otra lengua y más aún con lo exigente que es el mercado francés en materia de "polar", literatura negra, vamos. Pero funcionó y cómo: en un mes y dias se agotó la primera edición y medios como "Lire" o "Le novel observateur" (`por no hablar de los blogs especializados, que son minuciosos y muy duros), han dado a Octavio y compañía una calurosa bienvenida. Una buena racha la tiene cualquiera, pero por favor, que no se corte.)

Aller Simple (Camino de ida), en Pol 'Art Noir



La Note Pol'Art Noir :






(Reseña completa en el sitio original:
http://www.polarnoir.fr/livre.php?livre=liv921 )

...Voilà que parti dans une histoire loufoque et déjantée, traversée par des personnages sympathiques et attachants, on se retrouve sans vraiment s'en apercevoir avec un conte philosophique entre les mains. Le tour de passe-passe est réalisé de main de maître.
Peut-être est-ce là la particularité de certains de ces auteurs hispaniques. Quelque chose qui ressemble à de l'exaltation avec comme un fond de tristesse, dans un ailleurs décalé ; comme des Don Quichotte éternels face à des moulins rebelles.
En tout cas, le résultat est magnifique…

"Camino de ida", en Autopsia en prosa




http://joxito.blog.com.es/2009/05/09/camino-de-ida-carlos-salem-6085836/


No hay más que echar un vistazo a la sinopsis para darse cuenta que nos encontramos con una novela peculiar, de personajes inauditos, pero cuyo argumento nos embarca en una historia plena de ritmo, humor, diálogos delirantes y un poso surrealista que, sin embargo, consigue convencer al lector de que todo es posible. Si solo fuera una novela, sin más lecturas, ya sería harto interesante y nos dejaría la sensación de haber pasado un rato muy divertido y gratificante por lo que, solo por eso, tendríamos que estar agradecidos al genio de Carlos Salem, y quizás sea solo este el objetivo que se marcó al diseñar los personajes y la historia, pero lo dudo:

No puede ser casualidad que, siendo argentino pero afincado en España, haya pensado, como personaje principal de la historia, en un español (probablemente catalán) que, habiéndose zafado de las ataduras impuestas durante años por su mujer, española y, por supuesto, a la vieja usanza, castradora y dictatorial, evolucione con la historia buscando su lugar en un mundo real, donde con cada absurda situación, a modo de juego de rol, logra adquirir puntos de experiencia y autoestima para, desde gris funcionario, acabar su periplo en brazos de su nuevo amor, Ingrid: europea, liberada y auténticamente enamorada.

No puede ser casualidad que, durante el relato, todos los personajes con los que se encuentra sean argentinos y, con cada uno de ellos, se muestran todos los tópicos que definen esta nacionalidad. Se intuye un tono de denuncia, el poso de amargura por lo que pudiera, y tal vez debiera haber sido. Por lo que tal vez merezca, o tal vez no, su peculiar idiosincrasia. Artistas ególatras, sobrevalorados por un público pedante, vilipendiados por la envidia, aventureros, individualistas. Todo un crisol de actitudes que, en realidad, podríamos encontrar en el carácter y la herencia cultural de cualquier país latino: "En eso también nos parecemos -le dice en un momento dado Soldadi a Octavio-, mi país y el suyo: todas las cartas para ganar y terminamos perdiendo..." La particularidad la encontramos en que, quizás, Argentina ha resultado especialmente machacada por su propia naturaleza, por su indiscutible singularidad. Todo aderezado con múltiples, aunque elegidos, momentos filosóficos que se resumen en la teoría que da nombre al libro y, por supuesto, de fondo, el mundial de futbol.

Por último no puede ser casualidad la cantidad de guiños e iconos que podemos encontrar en la novela, desde un revolver oxidado, que en realidad no sirve para nada, pero que resulta tan importante como para pasar a ser otro personaje en la historia, hasta un gato, de nombre Jorge Luis, que en verdad representa el genio que su dueño nunca tuvo, o una nube, pegada a un retrovisor que guardamos en la mochila, y que no deja al protagonista olvidarse del pasado.

Opinión:

Pues a mí el libro me ha encantado, me ha divertido, lo he leído en un pis-pas y, además me ha hecho reflexionar. No se puede pedir más por menos (16.95 eurazos bien invertidos). Un autor desconocido para el gran público, en la que creo que fue su primera novela. Investigaré por ahí y procuraré leer alguna cosa más de su cosecha.

"Pero sigo siendo el rey", reseña de Jesús Lens


PERO SIGO SIENDO EL REY

Si ustedes son seguidores habituales de este Blog ya conocen mi debilidad por Carlos Salem, cuyas novelas “Camino de ida” y “Matar y guardar la ropa” (recientemente galardonada con el Premio NOVELPOL a la mejor novela policíaca del 2008) constituyeron dos de los grandes hitos literarios del pasado año. Por eso, si están ustedes tristones, deprimidos, asténicos o hasta los cataplines de la crisis, vayan a su librería de cabecera y háganse con lo nuevo de Carlos Salem: “Pero sigo siendo el rey”...

El resto, en el blog original -nunca mejor dicho- de Jesús Lens:

http://www.granadablogs.com/pateandoelmundo/?p=2498