lunes, 31 de agosto de 2009

Crece el índice de criminalidad literaria




LADRONES DE GALLINAS es una banda de narrativa abigea creada hace un par de años en torno al BUKOWSI CLUB, con fines claramente delictivos. Como toda banda que se precie, no va dando golpes cada fin de semana y sólo se reune cuando hay un "botín" que merezca la pena.
Uno de sus miembros fundadores (DANIEL HERRERA), se ausentó del país hace un año por motivos académicos (desmentimos desde aquí las versiones que lo situaban en prisión), por lo que la banda, más que disolverse, quedó en suspenso.
Pero como Herrera ha vuelto a Madrid por unos días (bendito tercer grado), LADRONES DE GALLINAS vuelve a reunirse el Martes 8 de septiembre, a las 22.00 horas, en el BUKOWSKI CLUB (Calle San Vicente Ferrer, 25, Metro Tribunal), con un cuatrero de lujo invitado: PEDRO DE PAZ.
Además de los mencionados, forman la banda de maleantes:

Gonzalo Torrente Malvido
Luis Boullosa
José Rafael Rodríguez
Carlos Salem

Un recital de narrativa sin complejos ni verguenza,inspirado en el lema de esta banda de malvivientes delrelato:
"Robar gallinas no es delito, delito es dejar que te desplumen los sueños"

(Nota para asiduos al BUKOWSKI CLUB: SÍ, ES UN MARTES, PERO SE HACE, ¿VALE?)

sábado, 29 de agosto de 2009

El 10 de septiembre, en el Ambito Cultural de el Corte Inglés


Ya sé que no pasa un mes sin que aparezca yo dando la tabarra en plan "ven a apoyarme que leo o presento algo en tal o cual sitio", y que uno viene de agosto sin ganas de nada que no sea soñar con la playa y nuestros jefes siendo devorados por serviciales tiburones...

...pero resulta que es la primera vez que presentaré un libro en él Ámbito Cultural de El Corte Inglés (y por lo tanto, la primera vez que entro en El Corte Inglés sin que los seguratas me sigan a medio metro de distancia, por si acaso), que la novela es "Pero sigo siendo el rey", mi último retoño literario, y que me presenta nada menos que David Torres, Premio Hammett 2009 pero sobre todo un novelista como la copa de una secuoya (nunca he visto ninguna pero me dicen que son más altas que los pinos.)

En resumen: que el 10 de septiembre, todavía hará calor y la Sala Ámbito Cultural (en el Corte Inglés de Serrano 52, 7ª planta) tiene un aire acondicionado de los gordos, que a las 19.00 horas y un jueves, no hay mucho más que hacer, y que igual cae alguna caña.

Así que
Ven
por favor

Carlos Salem

jueves, 27 de agosto de 2009

En el blog de Alena Collar

Y no es poco, es mucho. Lee,analiza y comenta sin perdonar ni machacar. Ya hace un tiempo hizo una reseña de otra novela mía, que me alegró una semana difícil. Ahora vuelve con su comentario sobre PERO SIGO SIENDO EL REY, y la experiencia se repite.
No es por retribuir ni equilibrar, sino por puro gusto: pasen por la Bitácora de Alna Collar y no se arrepentirán.

http://alenacollar.wordpress.com/2009/08/26/carlos-salem-rey-de-la-imaginacion/

miércoles, 26 de agosto de 2009

Cristina Fallarás y Jerónimo Tristante en la Cadena SER




Se va acabando agosto y con él la oportunidad de interrogar sin reverencia a colegas a los que asdmiro, para el programa LA OCTAVA PLANTA de la Cadena SER. Ayer fue una dupla de miedo: CRISTINA FALLARÁS y JERONIMO TRISTANTE. Por aquello del fútbol, en lugar de emitirse primero de 21 a 23 horas, sólo salió la repetición de 4 A 6 de la mañana, pero seguro que a más de un oyente, este par le quitó el suelos para varios días. Abajo, se puede escuchar e mp3 alojado en ivoox, o descargarlo en tu ordenador.


Descargar mp3

lunes, 24 de agosto de 2009

Anclao en París



La entrevista me la hizo el excelente escritor y periodista Marc Fernández (aunque no tiene la culpa de lo feo que salgo/soy (mi madre tampoco), durante el Salón del Libro Latinoamericano de París. Tal vez por que volveré pronto y no había localizado el vídeo hasta ahora ( o tal vez porque salgo horible...)

Abajo, el reportaje realizado por TV5 sobre la novela negra en América Latina, realizado por Silvina Carbone, y en el que aparecen, además de figuras serias como Santiago Roncagiolo o el veterano traductor Gabriel Iaculí, un impresentable con pañuelo a la cabeza y perdido a las orillas del Sena, como si La Maga fuera a estar esperándolo en algún puente...


http://www.tv5.org/TV5Site/webtv/video-5954-Le_roman_noir_en_Amerique_latine.htm

domingo, 16 de agosto de 2009

Un cuento, en "PUBLICO" de hoy


Y resulta que en la edición de hoy del diario PUBLICO publican un cuento mío, con excelente ilustración de Olaf Ladousse, y eso mola (al menos a mí y a Olaf, supongo).
El link para la versión electrónica es http://www.publico.es/xalok/244576/verano/llevo/mar">>
pero por asuntos de tipografía o algo así, en la web el
cuento sale sin guiones de diálogo. En la versión en
papel sale completo, con sus guioncitos y todo.



Cada verano la llevo a ver el mar

Se abre la puerta del bar y entra ese padre de familia. Ahora sé que es domingo. Será por el chándal caro que viste, o por la cara añorar los partidos que hasta septiembre no podrá ver es su tele de tamaño gigante. El bar está casi vacío y se sienta a mi lado. Le pide a Lola whisky del bueno y ordena que deje la botella, como habrá visto hacer en las películas, en su tele de tamaño gigante. Bebe rápido y mirando a los costados, no disfruta. No sabe. Hay que beber despacio, para que el líquido al caer vaya lavando algo o lo queme sin prisas.
—Cada verano la llevo a ver el mar —me dice.
—Eso está bien —respondo sin ganas. Estoy harto de majaras.
—Ya. Pero a ella parece que no le alcanza. Siempre hay algo que no le gusta. Nunca dice nada, va de víctima, ¿sabes? pero sus ojos, sus ojos sí que dicen. ¡Y no lo soporto! ¿Tengo yo que soportarlo?
—Supongo que no.
—Desde luego. ¿Acaso no me deslomo trabajando? Y ella no lo dice, pero sus ojos, joder, sus ojos. Como con el coche. ¿Es que un tío que se pasa la vida trabajando no tiene derecho a comprarse un buen coche?
Me muestra un llavero con la marca Audi:
—Tiene airbag para todos los pasajeros, ordenador de a bordo, DVD... ¡Si lo compré pensado en la familia! Es el gris metalizado que está fuera. ¡No veas cómo se liga, con esa máquina!
—Lo imagino.
—Pero ella que cómo lo vamos a pagar, que el niño necesita esto y lo otro. Y mira que hacía tiempo que no se quejaba. Pero claro...
—Los ojos.
—Eso. Los ojos. Yo soy un tío normal, un padre cojonudo. Vale, bebo unas copas de vez en cuando. ¡Y cómo iba a saber que aquella guarra tenía ladillas! Pero ella no dice nada, y cuando le pregunto qué coño mira, esconde la cara, como si fuera a pegarle. Y hacía meses que no se me escapaba una mano. Meses.
—Ya está ahí —interrumpe Lola, mientras mira con odio al padre de familia. Está a punto de estallar. Y el odio de Lola parece incluirme.
—Déjalo por mi cuenta —respondo y también me refiero a mi vecino de taburete—. No es para tanto.
—Vale, pero llévatelo —dice ella. Y me alcanza dos cervezas—. Y que no mee en los coches de los clientes.
—¡Mi coche! —exclama el padre de familia y amaga con salir. Le agarro el brazo con fuerza y me mira sorprendido.
—He dicho que yo me encargo. Perdona un momento.
Y salgo.
El Loco está sentado en la plazoleta frente al bar. Como siempre que se descubre solo y viene a buscarme. Es un loco muy educado y saluda:
—Que tengas buena noche —me dice, como siempre.
—Lo mismo para ti —respondo, como siempre.
Le ofrezco un cigarrillo y una cerveza. Fumamos y bebemos un rato. Después me mira, como siempre, y le digo:
—Vamos.
Caminamos hasta la curva, un centenar de metros más abajo. Nos detenemos en el centro de la calle y el Loco, como siempre, dice:
—El cielo debe estar en otra parte.
Y se tiende en la carretera, con los brazos abiertos.
Yo me tiendo en la otra dirección, mi cabeza tocando la suya.
Y esperamos.
Al rato se acerca un coche, la luz estalla, se oye una frenada brusca y nos esquiva. Se detiene a prudente distancia y el conductor nos insulta. Parece que va a bajar, pero se lo piensa mejor y parte, con chirrido de neumáticos. Me siento. El Loco sigue tendido. Le alcanzo un cigarrillo y digo:
—Dijimos que un solo coche por vez.
Me mira, parece comprender y se pone de pie. Es un buen loco. Vive en el solar abandonado, entre las malezas y las ruinas de una casa derribada por el tiempo. Se tiende en la carretera, cuando le sopla el viento dentro de la cabeza, a esperar que venga un coche que lo lleve de viaje. Me tuve que inventar lo del límite para reducir las probabilidades de que algún conductor borracho lo atropelle sin enterarse siquiera. Por eso, cuando aparece, me lo llevo hasta la curva y esperamos juntos. Lola cree que sólo hablo con él. No lo entendería.
Cuando volvemos calle arriba, veo un Audi gris metalizado. Flamante. El Loco y yo meamos sobre el coche durante un rato y me entretengo admirando los detalles de la tecnología avanzada.
Cuando nos despedimos, saluda:
—Que tengas buena noche.
Y se va a buscar el cielo, que seguramente está en otra parte.
Cuando entro en el bar, el padre de familia está diciéndole chorradas a Lola, que me mira con cara de ultimátum.
—¿Qué? —dice el tío — ¿Ya le has dado lo suyo al loco ese?
—Sí. Me hablabas de tu mujer...
—¡Puaj! No le gusta nada de lo que hago, pero bien que se cuida de hablar. Es que cuando me enfado, tengo la mano pesada, ¿sabes? Toca, toca qué músculos. De joven hacía pesas, pero desde que me casé con ésta, el único ejercicio que hago es levantar sus tetas caídas y últimamente, ni eso. ¡Pero en mi casa mando yo! Y cuando me harté de gilipolleces, descubrí que cuando la sacudo, al día siguiente está más suave, no digo cariñosa, pero me mira menos. ¡Una vez me dijo que me iba a denunciar, a mí! Ahí me pasé, hubo que llevarla al hospital y nos gastamos una pasta en medicinas. Pero no dijo nada. El médico venga preguntarle que cómo se había hecho eso, y ella que se había caído de la escalera... ¡Y vivimos en un bajo!
Le pido otra Mahou a Lola, para distraerla antes de que explote.
—Es guapa, tu novia —dice el padre de familia bebiendo lo que queda de whisky—. Sin faltar, ¿eh? Así tienen que ser las mujeres: con carácter, no como la mía, que en cuanto le das una hostia se pone a llorar.
—Pero por lo menos no te denuncia...
-—Ya se cuidará. Y esta vez tampoco —se acerca y me habla confidencial—. La muy tonta teme que me desquite con el niño. ¡Cómo si yo fuera a pegarle al crío sin motivo! Es que no tiene cultura.... Yo leo, veo películas. Se aprenden cosas. ¿Sabías que si les pegas con una toalla mojada luego no quedan marcas?
—Eso está bien, para que no se note cuando la llevas a la playa...
—¿Ves? Tú me entiendes. Yo seré estricto, pero cada verano la llevo a ver el mar. Y eso que a mí me gusta la montaña... Bueno, me tengo que ir que todavía falta una semana para las vacaciones. Ha sido un gusto hablar contigo.
Paga, saluda a Lola y se va.
Ella no quiere mirarme. Pago y me voy, sin saludar.
Mi viejo coche está, como siempre, aparcado con una rueda sobre el bordillo. Abro la puerta y quito la barra que fija el volante. No recuerdo quien me la regaló. Como si alguien fuera a robar mi coche. Por una vez arranca sin empujar, pero lo dejo ir cuesta abajo. Después de doblar la curva veo el Audi a un costado de la carretera.
No se va muy lejos con tres neumáticos desinflados.
Bajo y el padre de familia, deslumbrado por los faros, no me reconoce.
—Joder, menos mal que ha parado. Es que algún hijoputa me ha...
Ya no sigue, porque cuando te pegan en las costillas con una barra de hierro, unos neumáticos desinflados parecen menos importantes.
Levanto la barra otra vez. La dejo caer. Me temo que al padre de familia le quedarán marcas, cuando este verano lleve a su mujer a ver el mar. Tal vez debí pedirle a Lola una toalla mojada.
Estoy harto de majaras. De verdad.

viernes, 14 de agosto de 2009

En el blog de Vicente Verdú en EL BOOMERAN(G)


Recomendaciones editoriales

De entre las muchas novedades editoriales de los últimos meses -esas novelas y cuentos que han aparecido aquí y allá y que uno ha ido pillando para leer casi a contrapelo de la tranquilidad- rescato algunas que me han llamado la atención:

Compré en Lima "Confesiones de Tamara Fiol", de Miguel Gutiérrez, una novela ambiciosa y profusa, llena de ramificaciones, que se desliza casi durante un siglo por el Perú republicano, convulso y contradictorio de este tiempo. Tamara Fiol -mujer tan valerosa como cínica- cuenta su vida y al hacerlo cuenta también la historia de los múltiples desgarros de una sociedad agobiada por sus fantasmas sociales. Una novela de prosa limpia que exige sin embargo mucha atención, so riesgo de perderse con las muchas voces que la cuentan.

"Los Demonios de Berlín", de Ignacio del Valle, es la tercera entrega de la saga iniciada con "El Arte de Matar Dragones" y "El Tiempo de los Emperadores Extraños", y que nos presenta al imperturbable y más bien desencantado Arturo Andrade entre los escombros humeantes del Berlín del fin de la II Gran Guerra. Con una atmósfera espectral y magníficamente conseguida, Los demonios de Berlín resuelve una trama impecable y, por momentos, brillante.

"Pero Sigo Siendo el Rey", de Carlos Salem, es sólo la reafirmación de ese brutal talento narrativo que es el escritor argentino. Prolífico, de relampagueantes e inesperadas historias que se han alzado con premios prestigiosos, rápidas traducciones y propuestas para llevar al cine, esta reciente novela, también editada por Salto de Página, es divertida, negra e ideal para disfrutar en la tranquilidad del verano.


"Algo que contarte",
de Hanif Kureishi se propone como una lectura de nuestra época, una reflexión algo ácida a través de la voz del psicoanalista Jamal Khan y de su historia aparentemente anodina y circunstancial, donde a simple vista destaca la escisión probable, como en otras novelas de Kureishi, de un personaje que es medio inglés, medio pakistaní. Pero debajo de esa primera lectura se abre otra, mucho más relevante.


Por último, "El Viajero del Siglo", de Andrés Neuman es probablemente una de las más ambiciosas novelas de cuantas han ganado el Premio Alfaguara. Cuenta la historia de Hans, joven inquieto y viajero empecinado, que hace una breve parada en Wanderburgo, pequeña ciudad entre Sajonia y Prusia. Pero por una extraña razón, Hans es incapaz de irse de allí. A la delicada historia de amor, a la sugestiva teatralidad de la relación con los habitantes de aquella ciudad, Neuman agrega un poderoso ingrediente: el paralelismo que establece la historia entre la Europa actual y la Europa de la Restauración. Se trata de una bellísima novela escrita y formulada a la antigua y ya casi extinta manera de escribir ficciones: bien.

[Publicado el 14/8/2009 a las 09:00

http://www.elboomeran.com/blog/11/blog-de-vicente-verdu/

jueves, 13 de agosto de 2009

Pedro de Paz em "Un oficio peligroso", Cadena SER



PIT II y Juan Ramón Biedma, en Un ofcio peligroso, Cadena SER


Eldelincuente de la izquierda es Juan Ramón Bieda, en evidentes malas compañóas como el que suscribe, Pedro de Paz y Jerónimo Tristante, vaya cuarteto de cuerdas...

Ciento y pic de auotres en la SEMANA NEGRA y Taibo encuentra un rato para hablar con todos, sin distinguir entre autores y novatos. Y además escribe y escribe. ¿Su secreto? Lorevela enesta etrevista...

martes, 11 de agosto de 2009


Tercera novela de Carlos Salem. Este argeñol no para. Recibe premios literarios(merecidísimos). Sus libros se citan entre los mejores del año. Su libro de relatos es una delicia. En esta novela, vuelve al personaje de ARREGUI, inolvidable en MTAR Y GUARDAR LA ROPA. Y vuelven SOLDATI y RINCÓN, de CAMINO DE IDA. Y como invitado estelar.. JUANITO( si te has leído la novela sabrás a quién me refiero. Si no lo has hecho, te recomiendo que te leas antes las otras dos que tiene publicadas, todas en EDITORIAL SALTO DE PÁGINA, que son, por orden de aparición: CAMINO DE IDA y MATAR Y GUARDAR LA ROPA.Me he divertido mucho leyendo esta novela. Una perfecta mezcla de novela negra, novela de carreteras y hasta de amor. Con unos personajes de esos que se quedan contigo. Y la mejor, ROSITA. Tenemos SALEM para rato.Y yo que me alegro.
Nota de S: Gracias, Kebran.

Recomendación: "Que de lejos parecen moscas"



http://quedelejos.blogspot.com

Ya está bien de autobombo con la excusa -cierta- de la falta de tiempo. Que en la red y en las librerías hay mucho bueno por descubrir. y en este caso ,por si fuera poco, gratis.
Me refiero a la novela por entregas "Que de lejos parecen moscas", excelente propuesta de Enrique Ferrari. El protagonista, un tal Machi, es un hijo de puta de manual, que lo tiene todo, pero al que la vida comienza a ajustara las cuentas. Negra, bien negra, pero sobre todo buena. Ya hay varios capítulos colgados en el blog, así que aprovechen para entrar y ponerse al día mientras llega la nueva entrega...

jueves, 6 de agosto de 2009

Tipos peligrosos, esta noche en la SER




Digamos que el verano lleva a cometer locuras, y que el estío le ha dado fuerte a Puri Beltrán, responsable del programa LA OCTAVA PLANTA de la Cadena SER. No conforme con los perjuicios que le causó mi colaboración en julio cuando llevaba la versíón estival de SI AMANECE NOS VAMOS, Puri reincide y me ofrece hacer algo sobre novela negra. Le inquieta el asunto, el presupuesto no da para contratar a un detective de verdad y tiene que conformarse conmigo. Así que me infiltré en la SEMANA NEGRA DE GIJÓN y traté de localizar a tipos peligorosos para hablar de ellos y con ellos en le programa. Había demasiados y mi colaboración se limita a los jueves, de modo que entrevisté a los que pude y les arranqué una confesión o algo por el estilo.
El resultado comienza a emitirse este jueves y los dos primeros sospechosos son RAÚL ARGEMÍ y PEDRO DE PAZ. Sus caras, si acuden a las fotos, los delatan.
Esta noche, a partir de las 21.00 horas. en la SER,para toda España y parte del extranjero.

miércoles, 5 de agosto de 2009

En "Algo de libros"

http://algodelibros.blogspot.com/2009/08/cuando-las-cosas-se-tuercen-sobre-pero.html



Cuando las cosas se tuercen (sobre 'Pero sigo siendo el rey', de Carlos Salem)


Leo Pero sigo siendo el rey (Ed. Salto de Página), de Carlos Salem.

Carlos Salem nació en 1959 y se define a sí mismo como argeñol (mitad argentino, mitad español).

En los últimos años ha publicado dos novelas: Camino de ida (premiada en la Semana Negra de Gijón) y Matar y guardar la ropa (por la que acaba de ser nominado en Francia a un premio, según cuentan, importante y prestigioso).

No he leído ninguna de las dos.

Salem tiene también varios poemarios, un libro de relatos y un bar en Madrid, el Bukowski Club, donde ponen copas y organizan actividades culturales.

Les entrevisté una vez, a los del Bukowski, vía mail, aunque nunca he estado allí.

Pero sigo siendo el rey va de un detective privado que cumple todos los tópicos del género: ex policía, algo bestia en sus métodos, justiciero, defensor de los débiles y con el corazón roto por una mujer que murió mientras él cumplía con su deber...

El detective se llama Jose María Arregui y en cierta ocasión (Salem cuenta la historia en otra de sus novelas) salvó al rey, a Juan Carlos I, por lo que tiene cierto prestigio y una medalla con el número privado del Borbón: puede llamarle para lo que quiera, aunque él nunca lo hace.

Al revés, es a Arregui a quien va a llamar el Ministro del Interior porque Juan Carlos ha desaparecido después de dejar una nota de despedida: "Me voy a buscar al niño. Volveré cuando lo encuentre. O no. Feliz Navidad".

España está en peligro. Nadie sabe qué ha pasado con el rey y sólo un hombre podrá salvarnos...

Pero sigo siendo el rey empieza muy bien, como un tiro: lees y lees, no quieres parar. Es divertida y agilísima. Tiene humor, incluso cierto tono paródico. Entre la parodia y el homenaje al género negro.

Salem también se pone lírico a ratos, pero no molesta.

Eso la primera parte.

Luego viene la segunda, donde Salem le da la vuelta a todo.

Pero sigo siendo el rey deja de ser una novela de detectives y se convierte en otra cosa: la historia de dos personajes, Arregui y el rey, perdidos en un territorio del que nadie sabe cómo escapar, un paisaje crepuscular y delirante, una España anclada en el pasado, con videntes que sólo pueden adivinar lo que ya ha ocurrido, directores de orquesta que buscan una sinfonía que perdieron hace años o dos combatientes que aún siguen luchando en su particular Guerra Civil, a razón de 12 balas diarias para que no se les acaben.

Salem vuelve a acertar al mezclar y confundir géneros, al intentar escribir algo diferente, inclasificable y por momentos, poderosísimo.

Lo malo es la tercera parte: la novela se desinfla y se vuelve previsible, demasiado ingenua y autocomplaciente.

Da la impresión, y puede que me equivoque, que Salem lo llena todo de guiños que se hace a sí mismo y a su obra anterior, o a los colegas (con Paco Ignacio Taibo II, por ejemplo, convertido en un personaje que come mucho y es capaz de adivinar dónde ha sido embotellada cada Coca-Cola que bebe).

El lector, en cualquier caso, siente que han montado una fiesta pero que a él no le han invitado.

Se queda fuera.

Echa de menos la agilidad del principio, cuando todo era tan divertido, o esa desquiciada desolación de la segunda parte, cuando todo le sorprendía.

El lector se cabrea y le jode que la novela se haya torcido, la estaba disfrutando. Mira las paginas que todavía le faltan, desea que acabe pronto, aunque en realidad, da lo mismo: ya sabe lo que va a pasar y cómo termina todo.

(Sólo un par de días después, y curiosamente mientras lee a Kafka, el lector se quitará el mal sabor de boca y recordará las cosas buenas de la novela, que no son pocas.)

(¿Y el rey? Tiene gracia lo de convertirlo en un personaje de ficción, pero Salem se muestra muy comedido, no carga las tintas ni intenta provocar. El resultado es más bien alguien "entrañable" y que se divierte contando chistes malos.)


Nota de C.S.
(Al igual que publico aquí las críticas favorables a mis novelas, me parece honesto hacer lo mismo con las que no lo son tanto. De modo que aquí va, íntegra, la reseña de Juan Vilá en su más que interesante blog "Algo de libros" (arriba, en enlace para visitarlo). Nada que objetar a la opinión de Juan, aunque es obvio que no pienso lo mismo o no hubiera publicado el libro. Hay riesgos que uno necesita asumir aunque se equivoque. En realidad, sí hay dos objeciones más bien matices: cuando intento montar una fiesta en un libro el lector es el primer invitado, de modo que lamento si he sido un mal anfitrión (Lo de Taibo con las cocacolas es cierto!!)
El otro matiz tiene que ver con el rey: nunca intento provocar ni comedirme,sólo escribo. Del rey me interesaba más el Primer Anciano de España que al fin y al cabo, es un anciano como cualquier otro, con mucho por detrás y una niñez de retorno a la vuelta de la esquina. No entro en valoraciones políticas porque eso es material de otras novelas que acaso escriba en otro momento. En todo caso,gracias a Juan por su crítica, cuando señala lo que le gusta y también lo que no)

"Pero sigo siendo el rey" en "Asuntos Propios" de RNE

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20090804/ultima-novela-carlos-salem-asuntos-propios/561583.shtml

lunes, 3 de agosto de 2009





(15-7-2009)

Carlos Salem: "La clave de mis novelas es el desorden ordenado"
El escritor argeñol gana el Premio Novepol a la mejor novela publicada en 2008 por Matar y guardar la ropa

Nuria Azancot
La Semana Negra sigue adelante, entre presentaciones de libros, coloquios, karaokes, homenajes y debates. Y premios (fundido en negro) Para empezar, Carlos Salem (Buenos Aires, 1959) recibe esta noche el premio Novepol a la mejor novela publicada en 2008 por Matar y guardar la ropa (Salto de Página).
Pocas horas antes, este escritor argeñol, (tan argentino como español que recuerda con tanta nostalgia su Buenos Aires natal como Ceuta, donde pasó varios años, o el Madrid que ahora sueña), se confiesa exultante, peligrosamente feliz, aunque sólo sea porque ya el año anterior había recibido en la Semana el premio Silverio Cañada a la mejor opera prima negra por Camino de ida.

(La entrevista completa, pinchando abajo)

http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/504738/Carlos_Salem-_La_clave_de_mis_novelas_es_el_desorden_ordenado